Si el hombre no está dispuesto a arriesgar su vida, ¿dónde está su dignidad?

Combate mejor y con más ahínco quien más arriesga.

Hay que haber vivido un poco para comprender que todo lo que se persigue en esta vida sólo se consigue arriesgando a veces lo que más se ama.

¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?

Sin riesgo no se hace nada grande y memorable.

No podrás nadar hacia nuevos horizontes si no tienes el valor de perder de vista la costa.

Sólo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir hasta dónde se puede llegar.

Toda persona debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o si se sienta a ver el paso de los triunfadores.

Toda la gama de la experiencia humana es tuya, y puedes disfrutarla, si decides aventurarte en territorios que no te ofrecen garantías.

Sin riesgos en la lucha, no hay gloria en la victoria.