A los 30 un hombre debe conocerse a sí mismo como la palma de su mano, conocer el número exacto de sus defectos y cualidades, saber hasta dónde puede ir, predecir sus fracasos -saber quién es. Y, sobre todo, aceptar estas cosas
Mostrando de la 11 a la 20 de 212 frases de Albert Camus.
A los 30 un hombre debe conocerse a sí mismo como la palma de su mano, conocer el número exacto de sus defectos y cualidades, saber hasta dónde puede ir, predecir sus fracasos -saber quién es. Y, sobre todo, aceptar estas cosas
Bienaventurados los corazones que se pueden doblar; ellos nunca se romperán
La única manera de hacer frente a un mundo sin libertad es llegar a ser tan absolutamente libre que tu mera existencia sea un acto de rebelión
No te creas a tus amigos cuando te piden que seas honesto con ellos. Todo lo que realmente quieren es mantener la buena opinión que tienen de ellos mismos
Un hombre sin ética es una bestia salvaje suelta sobre este mundo
Pero, ¿qué es la felicidad, salvo la simple armonía entre el hombre y la vida que lleva
Los dioses habían condenado a Sísifo a transportar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Pensaron, con algún fundamento, que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza
Todos los grandes hechos y todos los grandes pensamientos tienen un comienzo ridículo. Las grandes obras nacen a menudo en una esquina o en la puerta giratoria de un restaurante
La prensa libre puede, por supuesto, ser buena o mala; pero, con toda seguridad, sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala
Nada es más despreciable que el respeto basado en el miedo