Bien merece el mortal que se lamenta, corriendo tras de cosa que no dura, la suerte que en la vida lo atormenta

Bueno es el dominio del amor, ya que aparta el entendimiento de sus siervos de todas las cosas viles

El color del corazón muestra el aspecto

Orgullo, Envidia, Avaricia, éstas son las chispas que han prendido el fuego en el corazón de los hombres

Abre la mente a lo que te manifiesto y aférralo adentro; que no se hace ciencia, sin retención de lo que se ha entendido

Amor brilla en los ojos de mi amada, y se torna gentil cuando ella mira: donde pasa, todo hombre a verla gira y a quien ve tiembla el alma enamorada

Una justa solicitud debe ir seguida de la escritura en el silencio

La avaricia es de naturaleza tan ruin y perversa que nunca consigue calmar su afán: después de comer tiene más hambre

Para surcar mejores aguas despliega ahora las velas la navecilla de mi ingenio, que deja tras de sí un mar tan cruel

¡Oh, vosotros que tenéis sanas inteligencias, parad mientes en la doctrina escondida tras el velo de versos extraños!