Hay otras cosas que no se revelan ni siquiera a sus amigos sino sólo para los adentros

Es mejor el hombre que confiesa francamente su ignorancia, que quien finge con hipocresía

Nada hay tan difícil como la franqueza, ni nada tan fácil como la adulación. La adulación es agradable, y todos la escuchan con cierta delectación, con una delectación grosera quizá, pero delectación al fin

Sólo por el respeto de sí mismo se logra el respeto de los demás

Es difícil juzgar la belleza: la belleza es un enigma.

Hermanos, no temáis al pecado de los hombres; amad al hombre aún en su pecado, pues un tal amor aseméjase a Dios.

La mujer, sólo el diablo sabe lo que es; yo no lo sé en absoluto.

Se sufre de dos clases de celos: los del amor y los del amor propio.

Los celosos son los primeros que perdonan, todas las mujeres lo saben.

El hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no enumera sus alegrías.