Los seres más sensibles no son siempre los seres más sensatos.

La ingratitud proviene, tal vez, de la imposibilidad de pagar.

La igualdad tal vez sea un derecho, pero no hay poder humano que alcance jamás a convertirla en hecho.

Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.

Jamás en la vida encontraréis ternura mejor y más desinteresada que la de vuestra madre.

No se es amigo de una mujer cuando se puede ser su amante.

Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto, es un sentimiento que le falta al amor, la certeza.

El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre.

Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo prodigioso.

Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días.