Dicen que me burlo de todo y me río de todo, porque me burlo de ellos y me río de ellos, y ellos creen serlo todo.

No hay ninguna lectura peligrosa. El mal no entra nunca por la inteligencia cuando el corazón está sano.

¡Qué triste cosa sería la vida si sólo la razón gobernara nuestras acciones!

Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa.

La alegría de hacer bien está en sembrar, no está en recoger.

Mujeres: no os enamoréis nunca de un hombre de genio porque al genio, en casa, sólo le queda el mal genio.

La admiración no interroga nunca, con admirar comprende.

El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.

Hay artistas que prefieren pasar por genios a pasar por estudiosos. Yo no he estudiado nunca, dicen, yo no sé cómo pinto, yo no sé cómo escribo. No lo creáis, son coqueterías de artista. El genio es una gran paciencia y el premio de un gran trabajo.

El amor es como los niños recién nacidos, hasta que no lloran no saben si viven.