Frases de John Keats

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Mi alma es demasiado débil; sobre ella pesa, como un sueño inconcluso, la espera de la muerte

Los fanáticos crean un ensueño y lo convierten en el paraíso de su secta

Las melodías que pueden escucharse son dulces, pero aquéllas que no pueden escucharse lo son más

¡Dichosas, ah, dichosas ramas de hojas perennes que no despedirán jamás la primavera!

En la tierra jamás la poesía cesa: cuando, en la solitaria tarde invernal, el hielo ha labrado el silencio, en el hogar ya vibra el cántico del grillo, que aumenta sus ardores, y parece, al sumido en somnolencia dulce, la voz de la cigarra, entre colinas verdes

El último de tus besos siempre fue el más dulce, la última sonrisa, la más brillante, el último gesto, el más grácil

Los hombres de genio son fuerzas químicas etéreas que operan sobre la masa del intelecto neutral

¿No ves cuán necesario es un mundo de dolores y problemas para educar nuestra Inteligencia y convertirla en Alma?

La belleza es verdad; la verdad, belleza. Esto es todo lo que sabes sobre la tierra, y todo lo que necesitas saber.