Cuanto más la practico, con mayor claridad advierto lo lejos que estoy de la plena expresión de la no violencia en mi vida.

Los medios impuros desembocan en fines impuros.

Si hay violencia en nuestros corazones, es mejor ser violentos que ponernos el manto de la no violencia para encubrir la impotencia.

La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia.

Los medios violentos nos darán una libertad violenta.

Estoy comprometido con la verdad, no con la consistencia.

El nacimiento y la muerte no son dos estados distintos, sino dos aspectos del mismo estado.

Correrán ríos de sangre antes de que conquistemos nuestra libertad, pero esa sangre deberá ser la nuestra.

Entiendo por religión, no ya un conjunto de ritos y costumbres, sino lo que está en el origen de todas las religiones, poniéndonos cara a cara con el Creador.

La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.