Quitarme de nuevo la ropa como hubiera deseado quitarme el cuerpo

Y esto no es todo, amiga mía: nuestra alma, nuestro espíritu y nuestro cuerpo tienen exigencias generalmente contradictorias; creo difícil unir satisfacciones tan diversas sin envilecer a unas y sin desanimar otras, así que he disociado el amor

Estoy cansado de este ser mediocre, sin porvenir y sin confianza en el porvenir, de este ser al que tengo forzosamente que llamar: «yo», puesto que no puedo separarme de él

Por mi parte creo que aquel espíritu inculto era de los que se dejan atrapar por sus propias mentiras, y que el fanatismo corría en él parejo con la astucia

Observar las disciplinas humildes. Fidelidad en las pequeñas cosas

La moral es una convención privada; la decencia, una cuestión pública; toda licencia demasiado visible me ha hecho siempre el efecto de una ostentación de mala ley

Hacer de cada espacio donde se esté, un lugar limpio, aireado, claro, un oasis para uno mismo y para los otros

La ficción tiene su lado bueno, prueba que las decisiones del espíritu y la voluntad priman sobre las circunstancias

Dudo de que toda la filosofía de este mundo consiga suprimir la esclavitud; a lo sumo le cambiarán el nombre

Comer carne es digerir la agonía de otros seres vivos