Ni la incuria puede envilecer a las almas fuertes, ni la riqueza elevar a los espíritus mezquinos
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Ni la incuria puede envilecer a las almas fuertes, ni la riqueza elevar a los espíritus mezquinos
Sólo se puede ser justo siendo humano
Para un hombre activo, el mundo es lo que debe ser, es decir, fértil de obstáculos
Ni la ignorancia es falta de talento, ni la sabiduría es prueba de genio
La soledad es al espíritu lo que la dieta al cuerpo: mortal, si resulta demasiado larga, pero necesaria
Si bien es cierto que nuestras alegrías son cortas, tambien lo es que la mayoría de nuestros pesares son largos
Para llevar a cabo grandes empresas hay que vivir como si nunca se hubiera de morir
El odio es pasión más viva que la amistad
La desesperación exagera no sólo nuestra desdicha, sino también nuestra debilidad
La conciencia es la más variable de todas las reglas