Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.

Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien.

Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda.

Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.

La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.

Hemos de aprender a vivir juntos como hermanos, si no, vamos a morir todos como idiotas.

Si no puedes volar entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero sea lo que hagas, sigue moviéndote hacia adelante.

Nuestras vidas comienzan a terminarse el día que nos quedamos en silencio respecto a las cosas que importan.

Todavía tengo el sueño de que un día, cada hombre de este país, cada hombre de color en el mundo entero, será juzgado por su valor personal y no por el color de su piel.

Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.