Hay un arma más terrible que la calumnia: la verdad

Una monarquía debe ser gobernada por demócratas, y una república por aristócratas

La vida privada de un ciudadano debe ser recinto amurallado

Nunca debe cometerse la imprudencia de demandar al presente lo que el porvenir nos aportará con menos esfuerzo

El matrimonio es una cosa tan bella, que es preciso pensar en él toda la vida

Cuando se hace demasiado hincapié en la oratoria de un político, se duda de sus aptitudes

Siempre en tus retiradas no olvides dejar establecida una cabeza de puente en la orilla abandonada