En las cortesías antes se ha de pecar por carta de más que de menos.

Adonde interviene el favor y las dádivas, se allanan los riscos y se deshacen las dificultades.

Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad te parecen imposibles.

El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos.

Me moriré de viejo y no acabaré de comprender al animal bípedo que llaman hombre, cada individuo es una variedad de su especie.

La rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino.

¡Oh, memoria, enemiga mortal de mi descanso!

Al poseedor de las riquezas no le hace dichoso el tenerlas, sino el gastarlas, y no el gastarlas como quiera, sino el saberlas gastar.

Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela mía, que son el tener y el no tener.

Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.