Espera, que sólo el que espera vive. Pero teme el día en que se te conviertan en recuerdo las esperanzas

Jamás desesperes, aún estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante

A menos pensamiento, pensamiento más tiránico y absorbente

La lengua no es la envoltura del pensamiento sino el pensamiento mismo

Con maderas de recuerdos armamos las esperanzas

No existe peor intolerancia que la de la razón

Mas he aquí que en el fondo del abismo se encuentran la desesperación sentimental y volitiva y el escepticismo racional frente a frente, y se abrazan como hermanos. Y va a ser de este abrazo, un abrazo trágico, es decir, entrañadamente amoroso de donde va a brotar el manantial de la vida, de una vida seria y terrible

Ni, pues, el anhelo vital de inmortalidad humana halla confirmación racional, ni tampoco la razón nos da aliciente y consuelo de vida y verdadera finalidad a ésta

Refinada soberbia es abstenerse de obrar por no exponernos a la crítica

La vida es duda, y la fe sin la duda es sólo muerte