Frases de Robert Walser

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Un desengaño no se olvida nunca, como es inolvidable la gracia de la dicha. Recuerdo es la nostalgia, porque es tan infinita, que no se olvida nunca.

He esperado saludos mucho tiempo, frases suaves, al menos un sonido. El miedo no es de voces o tañidos: penetrar, sólo la niebla penetran. Un secreto canto en acecho oscuro: alíviame, pena, el arduo viaje.

A menudo cuesta toda una vida librarse de ciertos recuerdos, por muy irrelevantes que sean.

No estaría bien criticar a otros sin compasión y querer tratarme a mí mismo con delicadeza y tan cuidadosamente como sea posible. Un crítico que tal hace no es auténtico, y los escritores no deben abusar de la escritura.

Tenia ante mí toda la rica tierra, y sin embargo tan solo miraba hacia lo más pequeño ... ¿Donde estaríamos los pobres hombres si no existiera la tierra fiel?, ¿Qué tendríamos si no tuviéramos esta belleza y bondad?".

Con las manos cansadas, con las piernas cansadas, a tientas por el mundo, me río de que giren las paredes, mas miento, porque estoy llorando.

Desde que me he abandonado al tiempo siento vivir algo en mí, tibia, maravillosa tranquilidad. Desde que bromeo sin parar con los días, con las horas, se acoplan mis quejas. Y he sido aliviado del lastre de mis culpas, que me dañan, a través de una palabra no florecida: tiempo es tiempo, que quiere trasnocharse, que siempre me encuentra como obediente ser humano, a mí, en el viejo sitio.

Nuestra ansia de felicidad es mucho más hermosa, tierna, importante y apetecible que la felicidad misma.

Contra mi corazón desearía, estrechar fuerte lo más espantoso, es la angustia mi anhelo, es el dolor.

Un hombre no se siente orgulloso de las alegrías y del placer. En el fondo lo único que da orgullo y alegría al espíritu son los esfuerzos superados con bravura y los sufrimientos soportados con paciencia.