Dios no podía estar en todas partes, y por eso creó a las madres
Mostrando de la 1 a la 10 de 13 frases de Rudyard Kipling.
Dios no podía estar en todas partes, y por eso creó a las madres
No hay placer comparable al de encontrar un viejo amigo excepto el de lograr uno nuevo
Sin un caballo, un perro y un amigo, el hombre moriría
Pudo haber sido esto, pudo haber sido aquello, pero se le ama y se le odia por lo que es
Si encomiendas a un hombre más de lo que puede hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que puede hacer, no lo hará
La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre.
La más tonta de las mujeres puede manejar a un hombre inteligente, pero es necesario que una mujer sea muy hábil para manejar a un imbécil.
Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé; sus nombres son cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué.
La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén.
Los peores embusteros son nuestros propios temores.