Las mortificaciones que no van condimentadas con la salsa de nuestra propia voluntad son las mejores y las más excelentes, como las que nos tropezamos por la calle, sin pensar en ellas ni buscarlas, y las de cada día, aunque sean pequeñas
Mostrando de la 31 a la 40 de 48 frases de San Francisco De Sales.
Las mortificaciones que no van condimentadas con la salsa de nuestra propia voluntad son las mejores y las más excelentes, como las que nos tropezamos por la calle, sin pensar en ellas ni buscarlas, y las de cada día, aunque sean pequeñas
No nos lamentemos, esforcémonos por someternos mansamente a la voluntad de Dios cuando lleguen "esas pequeñas molestias diarias"
Esta vida es breve, la recompensa por lo que aquí hagamos será eterna. Practiquemos el bien, unámonos a la voluntad de Dios. Que sea ella la estrella que guíe nuestros ojos en esta travesía. Es la manera cierta de que lleguemos con bien
Es mejor estar en la cruz con el Salvador que mirarle solamente
No puede ser sino vanidad, lo que no sirve para la eternidad
Poned empeño en aprovechar las pequeñas ocasiones que Dios os va presentando, poned en ello vuestra virtud y no en desear grandes empresas; porque suele suceder que se deja uno vencer por un mosquito y está combatiendo contra monstruos imaginarios
Antes de juzgar al prójimo, pongámosle a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será entonces nuestro juicio recto y caritativo
¿Queréis que no os sea sensible la pérdida de las cosas del mundo? No deseéis con ansia lo que no tenéis, ni améis con exceso lo que poseéis
Por mucho que se diga, el corazón habla al corazón, mientras que la lengua no habla más que a los oídos
La prueba de un predicador es cuando su congregación no sale diciendo "qué sermón más bonito", sino "haré algo"