Hay algo amenazante en un silencio demasiado grande

Sólo el tiempo revela al hombre justo; un solo día desenmascara al pérfido

Para quien tiene miedo, todos son ruidos

Creo firmemente que no hay razón mala si trae provecho

Muchas cosas hay portentosas, pero ninguna como el hombre. Tiene recursos para todo; sólo la muerte no ha conseguido evitar

De todos los males, los más dolorosos son los que se infringe uno mismo

Se gana la atención aquel que concluye todo lo que se propone

Me temo que lo mejor no sea pasar toda la vida en la observancia de las leyes instituidas

No creo que tus decretos tengan tanta fuerza como para permitir al hombre ignorar las leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre

Llorando más allá de lo debido, con ese inmenso dolor te vas marchitando, sin que tu llanto se vea como solución a la desgracia