La verdadera nobleza consiste en saber valerosamente sufrir por los demás y no permitir que los demás sufran por nosotros.

Los libros son amigos que nunca decepcionan.

Sólo en un mundo de hombres sinceros es posible la unión.

Nada levanta tanto al hombre por encima de las mezquindades de la vida como admirar, sea lo que sea o a quienquiera que sea.

A menudo los grandes son desconocidos o peor, mal conocidos.

El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes.

Con números se puede demostrar cualquier cosa.

Aquel que tiene fe no está nunca solo.

El hablar que no termina en acción, mejor suprimirlo.

Un héroe lo es en todos sentidos y maneras, y ante todo, en el corazón y en el alma.