El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea para reparar el daño.
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El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea para reparar el daño.
Ser o no ser; ésta es la cuestión: ¿es de más noble espíritu sufrir las arremetidas y los dardos de la adversa fortuna, o, por el contrario, empuñar las armas contra un mar de adversidades, y terminar con ellas haciéndoles frente? Morir: dormir; nada más.
Sabemos lo que somos pero no lo que podemos llegar a ser.
El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada.
El cobarde muere muchas veces. El valiente sólo una.
No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.
La conciencia es la voz del alma; las pasiones, la del cuerpo.
Aqui me entregare a la eternidad y sacudire de esta carne fatigada el yugo de estrellas adversas, ojos mirad por ultima vez, brazos dar vuestro ultimo abrazo y labios, puertas del aliento, sellad con un beso el trato perpetuo a la vida y muerte
Sabemos lo que somos, pero ignoramos lo que podríamos ser.