Hay una divinidad que forja nuestros fines, por mucho que queramos alterarlos

Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba engánchalos a tu alma con ganchos de acero

El que muere paga todas sus deudas

El amor no prospera en corazones que se amedrentan de las sombras

Antes de nada sé verídico para contigo mismo. Y así, tan cierto como la noche sigue al día, hallarás que no puedes mentir a nadie

Como llegan lejos los rayos de aquella pequeña bujía, así brilla una buena acción en un mundo salvaje

La autoestima no es tan vil pecado como la desestimación de uno mismo

En todo cuanto se hace se es más ardiente al intentarlo que al disfrutarlo

Si a cada cual se le diese su merecido, ¿qué hombre podría escapar del látigo?

No merece gustar la miel quien se aparta de la colmena porque las abejas tienen aguijón