Tener el carácter firme es tener una larga y sólida experiencia de los desengaños y desgracias de la vida.

El hombre no revela mejor su propio carácter que cuando describe el carácter de otro.

La fama es un efluvio; la popularidad, un accidente; las riquezas, efímeras. Sólo una cosa perdura: el carácter.

No olvidemos que las pequeñas acciones de cada día hacen o deshacen el carácter.

Se denomina "carácter" al hombre que tiene algunas opiniones e ideas propias, pero que no vive de acuerdo con ellas. Sólo de cuando en cuando deja finamente vislumbrar que piensa de otra manera, que tiene opiniones propias.

Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.

El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.

Cada uno tiene su carácter, aunque no lo ejerza.

El carácter es una voluntad fuerte dirigida por una conciencia tierna.

En los pequeños detalles y cuando está desprevenido es cuando el hombre pone mejor de manifiesto su carácter.