Ahora que entiendo que soy un adicto, definitivamente tengo compasión por mi madre. Lo entiendo

Esa polilla de la voluntad que llamamos lástima

Las dimensiones de esta misericordia están por encima de mis pensamientos. Es que yo sepa, una misericordia suprema

La clemencia encadena los corazones con lazos que jamás se rompen

Si no hubiera más piedad entre los pobres que entre los ricos, los mendigos hubieran muchas veces muerto de hambre

No tengas sólo piedad de los ciegos y de los tullidos; tenla también de los malvados, que tienen la desdicha de ser inválidos de espíritu

Tengo la impresión de que la literatura amplió mi capacidad de compasión

¿Quién necesita piedad, sino aquellos que no tienen compasión de nadie?

Preguntémonos, cuando nos cueste trabajo dejarnos conmover, cuán poco felices seríamos si los demás fueran inexorables hacia nosotros

Las almas acostumbradas a divulgar sus desdichas rara vez inspiran piedad