Las personas no eligen sus carreras, sino que son engullidos por ellas.

En el estudio no existe la saciedad.

Muchos estudiantes toman al estudio como un líquido que hay que tragar, y no como un sólido que debe masticarse. Luego se preguntan por qué proporciona tan poco nutrimento real.

¡Estudia! No para saber una cosa más, sino para saberla mejor.

Quisiera vivir para estudiar, no estudiar para vivir.

Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.