Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad.

¡La felicidad! No existe palabra con más acepciones; cada uno la entiende a su manera.

Hacer felices a otros hombres: no hay nada mejor ni más bello.

Así como la desgracia hace discurrir más, la felicidad quita todo deseo de análisis; por eso es doblemente deseable.

Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.

Lo mejor que podemos hacer en favor de quienes nos aman es seguir siendo felices.

La felicidad se cuela a menudo por una puerta que inadvertidamente dejaste abierta.

Recordad que el secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad, en el coraje.

Nadie es feliz durante toda su vida.

Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo.