Lo más increible de los milagros es que ocurren.
El más indestructible de los milagros es la fe humana en ellos.
La mera idea de que sucedan [los milagros], sin embargo, persiste en la cabeza de mucha gente. Cuando eso muere hace que la gente sea más desgraciada.
Coged las rosas mientras podáis veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta...
La fe es el antiséptico del alma.
Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también.
A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz.