No es lo que vivimos lo que forja nuestro destino, sino lo que sentimos por lo que vivimos.
El hombre es el verdadero creador de su destino. Cuando no está convencido de ello, no es nada en la vida. No labra uno su destino; lo soporta.
Los días no adquieren sabor hasta que uno escapa a la obligación de tener un destino.
Luchar contra nuestro destino sería un combate como el del manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz.
En los muros del tiempo trabajamos todos como arquitectos de nuestro propio destino. Que cada ocasión sea una gran ocasión, porque no sabéis cuándo el destino os favorecerá.
Coged las rosas mientras podáis veloz el tiempo vuela. La misma flor que hoy admiráis, mañana estará muerta...
Toda pulgada cúbica de espacio es un milagro.
La fe es el antiséptico del alma.
A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz.