El saber es la única propiedad que no puede perderse.
No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho.
Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa.
Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos.
Cada día sabemos más y entendemos menos.
Los celos son una mezcla explosiva de amor, odio, avaricia y orgullo.
Nos gusta llamar testarudez a la perseverancia ajena pero le reservamos el nombre de perseverancia a nuestra testarudez.
Sólo se inventa mediante el recuerdo.
El hombre todo lo perfecciona en torno suyo; lo que no hace es perfeccionarse a sí mismo.
El amor nace de nada y muere de todo.