Un filósofo es un tipo que sube a una cumbre en busca del sol; encuentra niebla, desciende y explica el magnífico espectáculo que ha visto.
Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza.
Nada es más grato al espíritu del hombre que el poder de la dominación.
Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.
El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad.
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
La poesía, queridos amigos, es la encarnación sagrada de una sonrisa.
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
¿Qué diferencia hay entre nosotros, salvo un sueño inquieto que sigue mi alma, pero teme que vive cerca de ti
Elegimos nuestras alegrías y tristezas, mucho antes de que las experimentemos