Se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar.
Este punto es la montaña que hay que escalar sin actuar. ¡Inteligencia!
Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente que él.
La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.
No hay cosa que haga más daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente.
No se puede razonar con los fanáticos. Hay que ser más fuerte que ellos.
Lo mejor que podemos hacer en favor de quienes nos aman es seguir siendo felices.
En los momentos de ansiedad, no tratéis de razonar, pues vuestro razonamiento se volverá contra vosotros mismos; es mejor que intentéis hacer esas elevaciones y flexiones de brazos que se enseñan ahora en todas las escuelas; el resultado os asombrará. Así, el profesor de filosofía os envía al de gimnasia.
El aburrimiento es lo que queda de los pensamientos cuando las pasiones son eliminadas de ellos.
Nada tarda tanto como aquello que no se empieza.