Pon tus palabras en acción, y no permitas que tu lengua diga torpezas

Una palabra suave puede golpear rudamente

Se habla, ¡oh Catón!, y se murmura de tu silencio. Muy bien, como no se murmure de mi conducta, pues yo empezaré a hablar cuando no haya de decir nada que fuera mejor no haberlo dicho

Las palabras hermosas esconden a veces un corazón infame

A la mala costumbre de hablar de uno mismo y de los propios defectos hay que añadir, como formando bloque con ella, ese otro hábito de denunciar, en los caracteres de los demás, defectos análogos a los nuestros

La palabra una vez hablada, vuela y no torna

Pero algo hay que me siento incapaz de amar: las palabras. He aquí por qué no hago caso de las doctrinas. Carecen de consistencia, de blancura, de color, de perfume, de gusto; solo una cosa tienen: palabras

Sólo hablan mucho los que hablan mal

Para dialogar, preguntad primero; después... escuchad

Las conversaciones son siempre peligrosas si se tiene algo que ocultar