Para una idea es de muy mal agüero estar de moda, pues esto implica que más adelante estará anticuada para siempre.

Todos los hombres son aptos para perpetuar la especie; la naturaleza forma y escoge aquellos que son dignos de perpetuar la idea.

Como fuerza social, un individuo con una idea vale por noventa y nueve con un solo interés.

Todas las ideas, incluso las sagradas, deben adaptarse a nuevas realidades.

No entiendo por qué la gente se asusta de las nuevas ideas. A mi me asustan las viejas.

Las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen de ellas.

Las ideas, como las pulgas, saltan de un hombre a otro. Pero no pican a todo el mundo.

Lo importante no es tener muchas ideas, sino la idea oportuna en cada caso.

O se tienen muchas ideas y pocos amigos o muchos amigos y pocas ideas.

Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa.