El hombre debiera aprender a mantenerse ecuánime. Con el fuego de la ira, a sus inferiores los hace superiores a sí mismo

Somos más sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos

Jamás he conocido las pasiones más odiosas, nunca ha invadido mi corazón la envidia, la maldad, ni la venganza... en ocasiones la ira, pero no soy muy hábil y jamás guardo rencor

Esta ciudad no se aplaca con fuego, este laurel con rencor no se tala. Este rosal sin ventura, este espliego júbilo exhala

Piensa cuanto mas dolorosas son las consecuencias de tu ira que las acciones que la han originado

La ira es un caballo fogoso; si se le da rienda suelta, se agota pronto por un exceso de ardor

Cuerpos como un mar voraz, entrechocado, furioso. Solitariamente atados por el amor, por el odio, por las venas surgen hombres, cruzan las ciudades, torvos

No somos enemigos, sino amigos. No debemos ser enemigos. Si bien la pasión puede tensar nuestros lazos de afecto, jamás debe romperlos. Las místicas cuerdas del recuerdo resonarán cuando vuelvan a sentir el tacto del buen ángel que llevamos dentro

La cólera que se desfoga por la boca, no se desfoga por las manos

La razón trata de decidir lo que es justo. La cólera trata de que sea justo todo lo que ella ha decidido