En sus momentos de lucidez, todos los locos son sorprendentes.

Cuando todo el mundo está loco, ser cuerdo es una locura.

Cuando un loco parece completamente sensato, es ya el momento de ponerle la camisa de fuerza.

Me volví loco, con largos intervalos de horrible cordura.

Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios.

Cuando estoy entre locos me hago el loco.

La única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco.

Loco no es el que ha perdido la razón, sino el que lo ha perdido todo, todo, menos la razón.

El loco no puede reincorporarse a la realidad, está permanentemente viviendo su fantasía.