Para el habitante de Nueva York, Paris o Londres, la muerte es palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente

Morir es cambiar de cuerpo como el actor cambia de traje

La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres

Cuerpo, compañero, juntos nos moriremos. No puedo no querer la sombra que tenemos, no apresar con ella el resplandor de un verso

No permanezcan secos tus ojos ante la muerte de un amigo, pero tampoco se conviertan en un mar. Las lágrimas sí, llanto no

El que muere paga todas sus deudas

Recordar que se va a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder

Si tuvieses que morir en este momento, ¿a dónde irías?

En esta vida es fácil morir. Construir la vida es mucho más difícil

Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar ahí