La gente odia a quien le hace sentir la propia inferioridad

Se es odiado tanto por las buenas obras como por las infames

El desprecio es un sentimiento del que pocos, muy pocos mortales, son verdaderamente capaces; el odio es mucho más frecuente

El misántropo es hombre; por lo tanto, el humanista ha de ser en cierta medida misántropo. Pero es un misántropo científico, que ha sabido dosificar su odio, que odia primero a los hombres para poder amarlos después

Es triste condición de la humanidad que más se unen los hombres para compartir los mismos odios que para compartir un mismo amor

El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infrigimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica

La vida es demasiado corta para dar satisfacción al rencor

En verdad que vivimos felices si no odiamos a aquellos que nos odian, si entre hombres que nos odian habitamos libres de rencor

Recuerda siempre que otros pueden odiarte, pero los que te odian no ganan a menos que tú los odies a ellos. Entonces te destruyes a ti mismo

El despecho es una cólera que tiene miedo de mostrarse; es un furor impotente que se da cuenta de su impotencia