Cuando la lucha entre facciones es intensa, el político se interesa, no por todo el pueblo, sino por el sector a que él pertenece. Los demás son, a su juicio, extranjeros, enemigos, incluso piratas.

Los grandes políticos deben su reputación, cuando no a la pura casualidad, a circunstancias que ellos mismos no podían prever.

Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible.

El que no se atreve a ser inteligente, se hace político.

Los políticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y después te cambian el programa.

Los políticos son siempre lo mismo. Prometen construir un puente aunque no haya río.

Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra de verdad bajo tierra.

Un hombre de Estado es el que se pasa la mitad de su vida haciendo leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas.

El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.

Si no logras desarrollar toda tu inteligencia, siempre te queda la opción de hacerte político.