Aguardamos la hora decisiva, el momento preciso en que los pueblos se hunden o se salvan

El pueblo debe ser obedecido hasta cuando yerra

Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia

Estamos en un laberinto sin salida, en el que la solución de los problemas socioeconómicos de Latinoamérica es lenta, vamos mal y vamos de Cumbre en Cumbre, mientras nuestros pueblos van de abismo en abismo

Como mujer siento en el alma la cálida ternura del pueblo de donde vine y a quien me debo

¿Por qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo esperanza mejor o que pueda igualarla?.

Los Estados son grandes máquinas que se mueven lentamente.

El Estado, al igual que el suelo sobre el que se halla situado, no es un patrimonio. Consiste en una sociedad de hombres sobre los cuales únicamente el Estado tiene derecho a mandar y disponer. Es un tronco que tiene sus propias raíces.

Los privilegios acabarán, pero el pueblo es eterno.

Poetas, nunca cantemos la vida de un mismo pueblo, ni la flor de un solo huerto. Que sean todos los pueblos y todos los huertos nuestros.