Todos anhelamos llegar a viejos y todos hemos negado que ya hemos llegado

Ser viejo es ser vencido por la amarga sospecha de no importarle a nadie

La vejez no podría soportarse sin un ideal o un vicio

En la boca del viejo todo lo bueno fue y todo lo malo es

Se me ha saltado la cuerda como a los coches de los niños pequeños

A partir de cierta edad hacemos como que no nos importan las cosas que más deseamos

La senectud nos traza más arrugas en el espíritu que en el rostro

La vejez es la cosa más inesperada de las que le pasan al hombre

Cuando la vejez te llega, no es que vuelves a la infancia, es que moderas el paso y al fin la niñez te alcanza

Casi es preferible morir antes que arrastrar una vejez ociosa