Sólo vive el que sabe

No es tanto la noche para que duerman los ignorantes, cuanto para que velen los sabios

Eso tiene el vivir aprisa, que las tempranas mocedades ocasionan anticipadas vejeces

La amistad no se compra, aunque muchos la venden, que los amigos comprados no lo son y valen poco

¿Cuál puede ser una vida que comienza entre los gritos de las madres que la dan y los lloros del hijo que la recibe?

Para vivir, dejar vivir

La muerte para los mozos es naufragio, y para los viejos, tomar puerto

Sólo las bestias pueden vivir sin libertad. No así el hombre, cuya condición hace necesaria ésta, a la que podría llamarse aire del alma

No hay en el mundo señorío como la libertad de corazón

Tanto necesita la diligencia de la inteligencia, como al contrario. La una sin la otra valen poco; juntas, pueden mucho