Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite.
Una manera laboriosa de no ser nada, es serlo todo; de no querer todo; de no querer nada, es quererlo todo.
Los seres queridos que perdemos no reposan bajo la tierra, sino que los llevamos en el corazón.
La mujer, sólo el diablo sabe lo que es; yo no lo sé en absoluto.
Hermanos, no temáis al pecado de los hombres; amad al hombre aún en su pecado, pues un tal amor aseméjase a Dios.
Es difícil juzgar la belleza: la belleza es un enigma.
Sólo por el respeto de sí mismo se logra el respeto de los demás
Nada hay tan difícil como la franqueza, ni nada tan fácil como la adulación. La adulación es agradable, y todos la escuchan con cierta delectación, con una delectación grosera quizá, pero delectación al fin