Una triple bendición son nuestros amigos: vienen, se quedan y se van.
El amigo debe ser como la sangre, que acude a la herida sin esperar que lo llamen.
Si quieres hallar en cualquier lado amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo.
De ningun bien se goza en la posesión, sin un compañero.
En la prosperidad nuestros amigos nos conocen; en la adversidad los conocemos a ellos.
El que no da un oficio a su hijo, le enseña a ser ladrón.
Por el amor de una rosa el jardinero es servidor de mil espinas.
Cuando el carro se haya roto muchos os dirán por donde no se debía pasar.
El caballo conoce por la brida al que lo guía.
Antes de amar, aprende a correr por la nieve sin dejar huella