Por más contento que esté una pena en mi se esconde, que la siento en no sé dónde y nace de no se qué.
La alegría es, ante todo, fomento de la salud.
Un espíritu alegre es la mayor bendición de que un hombre es capaz en este mundo. Y si en este mundo tal felicidad surge del sometimiento de los propios deseos, en el otro vendrá de su cumplimiento.
Dios ha puesto el placer tan cerca del dolor que muchas veces se llora de alegría.
La primera de las virtudes es la alegría; es preciso que el que obra bien se regocije de su propia conducta.
Un hombre nunca debe avergonzarse de sus equivocaciones, que no es más que decir que es más sabio hoy que ayer.
Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él.
Ojalá vivas todos los días de tu vida.
Apolo, el dios de la medicina, solía enviar las enfermedades. En el principio, los dos oficios eran uno solo, y sigue siendo así.
Nada es constante en este mundo sino la inconstancia.