La gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia.
Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite.
Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho.
La constancia es el complemento indispensable de todas las demás virtudes humanas.
Un camino de mil millas comienza con un paso.
Un hombre nunca debe avergonzarse de sus equivocaciones, que no es más que decir que es más sabio hoy que ayer.
Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él.
Ojalá vivas todos los días de tu vida.
Apolo, el dios de la medicina, solía enviar las enfermedades. En el principio, los dos oficios eran uno solo, y sigue siendo así.
Los mejores médicos del mundo son: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría.