El perro sabe, pero no sabe que sabe.
Amo a los perros porque nunca le hacen sentir a uno que los haya tratado mal.
Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.
Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.
Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay gente que ama más a sus perros que a los hombres.
La felicidad tiene la virtud de suprimir la vejez.
La juventud es feliz porque tiene la capacidad de ver la belleza. Cualquiera que conserve la capacidad de ver la belleza jamás envejece.
El progreso se evapora y deja atrás una estela de burocracia.
La desgracia de Don Quijote no fue su fantasía, sino Sancho Panza.
No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives.