El perro sabe, pero no sabe que sabe.
Amo a los perros porque nunca le hacen sentir a uno que los haya tratado mal.
Quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.
Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.
Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro.
El carácter es una voluntad fuerte dirigida por una conciencia tierna.
Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje.
La cara no es jamás opaca del todo; el alma se muestra a través de sus muros.
La experiencia no es lo que sucede al hombre. Es lo que el hombre hace con lo que le sucede.
El secreto de la genialidad es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo.