El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia.
Todos los pueblos hostiles a la familia han terminado, tarde o temprano, por un empobrecimiento del alma.
Los amigos: una familia cuyos individuos se eligen a voluntad.
La familia es un nido de perversiones.
Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente.
La oxidación por falta de uso gasta mucho más las herramientas que el propio trabajo.
El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
El camino hacía la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.
Si el hombre alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes.
Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores.