Un filósofo es un tipo que sube a una cumbre en busca del sol; encuentra niebla, desciende y explica el magnífico espectáculo que ha visto.
Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza.
Nada es más grato al espíritu del hombre que el poder de la dominación.
Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.
El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad.
Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego.
No hay más que una manera de ser feliz: vivir para los demás.
El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde.
Vivir en contradicción con la razón propia es el estado moral más intolerable.
Los hijos son tormento, y no otra cosa.