Uno vive por la realidad; uno existe por el ideal. ¿Queréis apreciar la diferencia? Los animales viven; el hombre existe.
El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando.
Es más fácil luchar por unos principios que vivir de acuerdo con ellos.
Los únicos ideales que vale la pena tener son los que puedes aplicar a la vida diaria. Y al mundo.
El ideal está en ti; el obstáculo para su cumplimiento también.
Una idea es verdad cuando aún no se ha impuesto.
El hecho de ser habitados por una nostalgia incomprensible sería, al fin y al cabo, el indicio de que hay un más allá.