Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.
En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.
La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento. Son los que saben poco, y no los que saben más, quienes afirman tan positivamente que este o aquel problema nunca será resuelto por la ciencia.
El malo lo es por ignorancia, y por tanto se cura de ello con la sabiduría.
Las heridas que te causa quien te quiere, son preferibles a los besos engañadores de quien te odia.
El corazón alegre hace tanto bien como el mejor medicamento.
El amor es fuerte como la muerte; los celos son crueles como la tumba.
Las ideas se corroboran con sugerencias.
El ánimo gozoso hace florida la vida; el espíritu triste, marchita los sucesos.